El prototipo del Handley Page Halifax, que voló por vez primera el 25 de octubre de 1939.
La experimentada casa Handley Page, sinónimo de grandes bombarderos, no cayó en la trampa de la especificación P13/36 que pedía grandes aviones de alcance mundial alimentados con un par de motores Vulture. Estos motores eran una de las raras chapuzas de la casa Rolls Royce, y consistían en dos motores ya probados de 12 cilindros en V unidos formando una X. En teoría, el conjunto debería proporcionar casi 2.000 HP, pero en la práctica apenas cedía 1.400, y su complicación mecánica le hacía propenso a averías y recalentamientos.
Los ingenieros de Handley Page hicieron caso omiso de la especificación y colocaron a su diseño cuatro motores Merlin, también R&R pero más compactos, muy potentes y que no fallaban casi nunca. Los técnicos de la RAF debieron admitir que el bombardero resultante funcionaba muy bien y se creó un gran programa de fabricación que incluyó decenas de empresas y factorías “en la sombra” por todo el país. Una de las virtudes del Halifax era su construcción modular, muy apropiada para dispersar la producción. Por ejemplo, el ala estaba formada por cinco secciones, y el avión en conjunto era fácil de construir, transportar por piezas y reparar si hacía falta.
Una de las cuatro líneas de fabricación que se establecieron, la de London Aircraft Production Group, adjudicó la parte trasera del fuselaje a Chrysler Motors, la delantera a Duplex Bodies and Motors, las secciones centrales del ala a Express Motors and Body Works, las distales a Park Royal Coachworks, y el acabado final y muchos componentes en manos del London Passenger Transport Board (1). Era la versión británica de “USA construye un bombardero”. Todo este esfuerzo consiguió fabricar más de 6.000 ejemplares del Halifax.
Aunque el jefe del Mando de Bombardeo, el mariscal Arthur “Butcher” Harris (Harris el Carnicero), declaró en cierta ocasión que prefería perder un año de producción del Halifax si eso hacía que todo el esfuerzo de fabricación de bombarderos se volcaba en la niña de sus ojos, el Lancaster, la máquina de Handley Page se fabricó durante toda la guerra hasta el final. Una de sus ventajas era su versatilidad, pues poseía un amplio fuselaje que hizo que fuera fácil utilizarlo como carguero o avión de transporte de tropas. Se usó mucho en misiones muy variadas, desde patrulla marítima a remolque de planeadores. Sobre Alemania y el resto de Europa los Halifaxes vertieron más de 230.000 toneladas de bombas, lo que quiere decir que esta máquina sirvió para matar a unas 150.000 personas.
1-David Mondey: The Hamlyn Concise Guide to British Aircraft of World War II (1982).
Ecosistemas: 1939-1945 Segunda Guerra Mundial
Asuntos: Bombarderos
Tochos: Los aviones del terror