Uno de los General Dynamics (ahora Lockheed Martin) F-16 de Torrejón, «víctimas de la presión política española» Tras una estancia de 10 años en la base madrileña, fueron trasladados a Aviano, en Italia, en 1993.
El centenar de aviones F-16 estacionados en Torrejón (Madrid), a 24 kilómetros de la Puerta del Sol, eran cada día que pasaba un anacronismo más evidente desde su llegada a la base para sustituir a los F-4 Phantom II en 1983. Por entonces España llevaba un año perteneciendo a la OTAN y tenía un gobierno socialista con mayoría absoluta que había prometido para ganar las elecciones organizar un referéndum para salir de la OTAN. Luego el gobierno socialista cambió de opinión, principalmente al parecer porque la OTAN y la Comunidad Europea se veñian como parte del mismo paquete, y salir de la primera podría impedir la entrada en la segunda.
El referéndum se celebró por fin en 1986, y ganó la permanencia en la OTAN con condiciones. Una de ellas era llevarse de Torrejón los F-16. A esas alturas, tener una unidad completa de cazas de la USAF a las puertas de Madrid parecía una herencia del franquismo tan evidente como el águila con hechuras de elefante que vigilaba desde la acera de enfrente el Monasterio del Aire, nombre popular del pesado edificio de estilo escurialense que albergó muchos años el Ministerio del Aire y luego a su rama militar.
El Gobierno norteamericano se resisitió, y el asunto fue un tema importante en las siguientes negociaciones del acuerdo de defensa mutua España-USA. Por fin, cuando ya se había decidido el traslado a la base italiana de Aviano, la primera Guerra del Golfo obligó a enviar a los F-16 a la base turca de Incirlik, que había sido puesta en servicio por la USAF más o menos al mismo tiempo que Torrejón. Desde Incirlik, los F-16 participaron en el mayor episodio de guerra aérea colonial de todos los tiempos, cuando los aviones de la Coalición hicieron más de 100.000 misiones en 40 días sobre Irak. Los cientos de miles de toneladas de bombas que lanzaron, tanto “inteligentes” como “tontas” destruyeron por completo toda la infraestructura del estado iraquí, y mataron a muchos millares de personas, principalmente militares, pero también muchos civiles. Fue la primera vez que un país era completamente subyugado usando únicamente la fuerza aérea. Poco después del fin de la guerra, los F-16 abandonaron definitivamente Torrejón y fueron instalados en Aviano.
Los F16 de Torrejon ninguno acabo en Aviano, algunos fueron a la Base de Ramstein y los demas a otros escuadrones de Estados Unidos, lo unico que se movio «en papel» fue y por muy poco tiempo el ala 401, los escuadrones 612, 613 y 614 se desactivaron y nunca mas fueron activados de nuevo.