El tercer prototipo del SNCASE Voltigeur, ya bajo la alianza empresarial Sud Aviation y Dassault, en 1960. Nótese el puesto de observación acristalado de la proa, elemento fundamental de la policía aérea colonial.
La especificación que el Estado Mayor envió al servicio técnico de la aeronáutica de un avión de apoyo de ultramar (appui d’outre mer») el verano de 1955 se parecía mucho a la que publicó el concurso del trimotor colonial de 1930. Se pedía un bimotor capaz de recorrer 2.000 km o de patrullar cinco horas sobre el objetivo, con posibilidad de utilizar pistas muy cortas y sin preparar. El avión debía poder aceptar una pesada carga de armamento para el ataque terrestre a base de bombas, cohetes y ametralladoras. Posteriormente se añadió la capacidad de servir como transporte, avión de enlace, evacuación de heridos, reconocimiento, etc. y en general de realizar todas las tareas concebibles para el dominio y policía de las colonias. El programa de apoyo de ultramar fue la respuesta a la derrota en Indochina y el comienzo de la insurrección en Argelia , que tuvieron lugar el año anterior.
Todos los constructores franceses importantes presentaron proyectos, de los que solo pasaron del papel a cortar metal tres: el SIPA 1100, el Dassault Spirale y el Sud Aviation Voltigeur, que fue declarado ganador en 1958. Tras el abrupto cierre del proyecto SIPA los proyectos Dassault y Sud unieron sus fuerzas en el Voltigeur, del que se llegó a fabricar un tercer prototipo o ejemplar de preserie en 1960. Por entonces el Imperio francés (oficialmente Unión Francesa) se deshacía la ojos vistas y el concepto de «appui d’outre mer» dejaba de tener sentido. Se consiguieron gran cantidad de T-28 Trojan para la terrible guerra de Argelia, que habría sido el destino preferente del Voltigeur, y el programa se dio por terminado.
Ecosistemas: 1946-1979 Aviación colonial, II