El único prototipo del Vickers Valiant B.Mk.2, (primer vuelo: septiembre de 1953) diseñado como “pathfinder” para guiar a las jaurías de bombardeos nucleares a su blanco.
Un Vickers Valiant de la RAF de los que participaron en el ataque a Egipto en 1956. Nota: hay seria controversia sobre si los Valiant llevaban o no las “Suez stripes”. El Vickers Valiant fue el primero y más convencional de los tres bombarderos atómicos en los que Reino Unido gastó un dineral en la década de 1950, junto con el Handley Page Victor y el Avro Vulcan, y estuvo en activo desde 1955 a 1965.
En noviembre de 1944, como si no tuvieran bastante con la estela de destrucción que estaban sembrando en Alemania, los cerebros de la RAF comenzaron a pensar en el arma que necesitarían para la próxima guerra. De tan siniestras elucubraciones surgió en julio del año siguiente el Informe Tizard (por Henry Tizard, el superexperto científico-militar de Gran Bretaña en la primera mitad del siglo XX), que previó el desarrollo de un bombardero jet capaz de volar a 40.000 pies (más de 12 kilómetros) de altura y a una velocidad de 500 nudos (más de 900 km/h). La misión de semejante máquina, con una bomba atómica en la panza, sería la disuasión nuclear, definida como la capacidad de tomar represalias devastadoras ante cualquier ataque (1).
Los dos elementos de la nueva tecnología, el motor jet y la bomba atómica, ya existían, estaban en fase de pruebas por así decir.
El 10 de agosto de 1945, solo dos semanas después de ser nombrado primer ministro, Clement Attlee creó un comité ministerial del más alto nivel para examinar la política atómica británica. Justo un año después, el 9 de agosto de 1946, primer aniversario de la masacre de Nagasaki, el Air Staff publicó un OR (Requerimiento Operativo) para una bomba “empleando el principio de la fisión nuclear”. Tres meses después publicó otro OR para un avión capaz de lanzar (deliver) una “bomba especial” de 10.000 libras de peso, a 500 nudos de velocidad y a 50.000 pies de altura, un poco más arriba de lo establecido en el informe Tizard.
En enero de 1947 el gobierno (laborista) británico decidió en firme construir la bomba y el Air Ministry publicó la especificación definitiva de lo que serían los bombarderos Vulcan y Victor. El viejo Imperio británico sería una potencia nuclear, la tercera tras Estados Unidos y la Unión Soviética. Según lo que indicaba la especificación de los aviones que debían llevar la bomba atómica, la carga de bombas y la distancia eran más o menos las que podía hacer un Lancaster, pero la velocidad y la altura multiplicaban por dos su capacidad. Era la visión de un bombardero estratosférico avanzando veloz hacia territorio enemigo con una bomba atómica en la panza, que destruiría por completo y de manera instantánea la ciudad asignada como blanco, como una especie de huracán de fuego desencadenable a voluntad.
Recordando lo que pasó con la secuencia Stirling-Halifax-Lancaster, en que se necesitaron tres intentos para conseguir el bombardero perfecto, los planificadores de la RAF decidieron aceptar la propuesta de Vickers de fabricar, mucho más rápido que Handley Page (encargada del Victor) y que Avro (responsable del Vulcan), un bombardero atómico jet solo un poco menos bueno que estos dos mirlos blancos de la aviación. El Valiant emergió como un sólido avión del que se construyeron un centenar de ejemplares, voló por primera vez el 18 de mayo de 1951, antes incluso que el Short Sperrin (ver a continuación), y fue por lo tanto el primer bombardero atómico británico.
La RAF llegó incluso a proponer la fabricación de una versión “Pathfinder” (explorador), capaz de volar sobre las copas de los árboles cargado con montones de material de señalización para marcar los blancos que luego bombardearían los Valiant convencionales desde la estratosfera. Los técnicos de Vickers, servicialmente, fabricaron un prototipo con estructura reforzada y más capacidad de combustible que llegó a volar efectivamente. Entonces alguien recordó que los bombarderos atómicos, por definición, no volaban en espesas formaciones guiadas por aviones exploradores, y el Valiant pathfinder fue enviado al desguace.
La bomba británica se construyó de manera artesanal, partiendo del diseño de la bomba de plutonio que había destruido Nagasaki el 9 de agosto de 1945. Este diseño fue el estándar de la primera generación de bombas atómicas y lo usaron, aparte de los norteamericanos, soviéticos y británicos. La bomba era una gran esfera de explosivos, construida con teselas como las de un balón de fútbol, rodeando un pequeño núcleo de plutonio. La detonación simultánea de las dos toneladas y media de explosivos que contenía la esfera comprimía el núcleo de plutonio y provocaba la explosión nuclear. Los técnicos británicos reunieron toda la capacidad industrial del país para montar la bomba, incluyendo la firma de locomotoras Hudswell Clarke, de Leeds, para la carcasa y la fábrica de bolsas de goma de agua caliente William Freeman, de Barnsley, para el revestimiento de amortiguación.
Con todo el cableado, baterías eléctricas y sistemas de control, todo aquello fue empaquetado en una bomba bastante aerodinámica, de 5 toneladas de peso (las 10.000 libras de la especificación), llamada Blue Danube. Tan poético nombre era simplemente uno de los códigos binarios de colores que se usaron para denominar a los proyectos de armamento, y así hubo un Blue Steel y un Yellow Sun, entre muchos otros. Los planos de configuración de la bomba fueron enviados a la factoría de Vickers en Weybridge, así que el Valiant, literalmente, fue construido alrededor de una bomba (2).
La bodega de bombas del nuevo bombardero era pues muy grande, específicamente diseñada para contener Blue Danube, que tenía más de siete metros de largo. Vickers envió un prototipo del Valiant a Farnborough, donde estaba el departamento secreto del Royal Aircraft Establishment que se encargaba de la puesta a punto de la nueva arma, para ayudar a integrar la bomba en el avión, “física y eléctricamente”, una tarea que dio mucho trabajo. Poner a punto el procedimiento para soltar la bomba fue complejo, sobre todo cuando se descubrió que la aerodinámica de Blue Danube era tan buena que tenía tendencia a “levantar la nariz” y a flotar junto al avión, en lugar de caer a plomo como era su obligación. Fue necesario instalar unos deflectores abatibles justo antes de la entrada de la bodega para crear una turbulencia que empujara la bomba hacia abajo.
El Valiant comenzó a llegar a los escuadrones de la RAF en 1954. Se creó una unidad experimental para lidiar con los problemas de cargar, volar con y lanzar la bomba atómica. Por fin, tras mucho entrenamiento, todo aquello culminó cuando un Vickers Valiant de la RAF lanzó la bomba atómica Blue Danube sobre Maralinga, Australia, el 11 de octubre de 1956, pintado de blanco “anti flash nuclear”. Menos de un año después, otro Valiant lanzó una bomba de hidrógeno sobre la isla Malden, en Kiribati (conocido entonces como la Colonia británica de las Islas Gilbert y Ellice), el 15 de mayo de 1957. La única ciudad que bombardeó el Valiant, los primeros días de noviembre de 1956, fueron algunas instalaciones militares en los suburbios de El Cairo, incluyendo Radio El Cairo, que quedó intacta. El Valiant fue el mayor de los aviones que participaron el el ataque franco-británico-israelí de Suez.
1- Air Vice-Marshal Michael Robinson: Summary of the previous RAFHS seminar on the origin and development of the british nuclear deterrent, 1945-1960. (En “The RAF and Nuclear Weapons, 1960-1998”. Royal Air Force Historical Society, Journal nº 26).
2- Jonathan Aylen (2015) First Waltz: Development and Deployment of Blue Danube, Britain’s Post-War Atomic Bomb, The International Journal for the History of Engineering & Technology, 85:1, 31-59,
Ecosistemas: 1947-1989 La guerra fría
Asuntos: Bombarderos, Bombas
Tochos: Los aviones del terror