Un Caravelle de Iberia a comienzos de la década de 1960.
Iberia bautizó sus dos primeros Caravelle, recibidos en febrero de 1962, con los nombres de dos glorias nacionales de la música: Albéniz (autor de la famosa sinfonía Iberia) y Ruperto Chapí. No fue una coincidencia que ese mismo mes el Gobierno solicitara oficialmente la asociación con la Comunidad Económica Europea, que se formalizaría 24 años después.
El Caravelle ponía todas las capitales de Europa Occidental a poco más de dos horas de Madrid (un Caravelle de Iberia batió un récord de voleocidad al hacer la ruta Barcelona-Frankfurt en 1h 29’, “casi lo que se tarda en un viaje de autobús a cualquier barrio extremo de una gran ciudad [1]”.
El tráfico aéreo con Francia creció en un 20% el año 1962. Ese año, a apenas dos horas de vuelo desde Madrid se reunía en la capital bávara una nutrida representación de la oposición al franquismo, en lo que la prensa del Régimen apodó como el Contubernio de Múnich.
———–
[1] Crónica de un año de España (18 julio 1962-18 julio 1963). Servicio Informativo Español (1963)
[codepeople-post-map cat=»-1″]
Ecosistemas: 1946-1972 Aviación comercial, II