El prototipo del Savoia Marchetti SM.81 Pipistrello (Murciélago).
Si se compara el Pipistrello con otro bombardero coetáneo, el Heinkel He-111 alemán, se puede ver que no se diferenciaban mucho aparte de en la mayor velocidad punta del modelo alemán. Es verdad que el el He-111 resulta claramente más avanzado y aerodinámico que el SM.81., con su tren de aterrizaje escamoteable y su construcción metálica. La principal ventaja del Pipistrello era su gran autonomía, que le permitía raids de larga distancia. A mediados de la década de 1930, el Pipistrello era junto con el Sparviero (SM.79) la principal arma de destrucción masiva de la Italia fascista.
Un anuncio publicado en L’Aéronautique en diciembre de 1934 deja claro el origen de este bombardero. Tras describir con detalle las buenas prestaciones del Savoia Marchetti Tipo S.73 P “para el servicio de las grandes líneas aéreas” se informa al público de que el S.73 “se construye también en un tipo militar para el bombardeo, el servicio colonial y los servicios de policía”, confirmando así la fácil conversión de un bombardero en un avión comercial, colonial o policial, como quedó claro en la Conferencia de desarme que se celebraba por aquellos años. El S.73 bombardero, denominado S.81 Pipistrello, voló por primera vez el 8 de febrero de 1935.
A finales de 1935, año XIV de la Era Fascista, Mussolini decidió crear el Imperio italiano (1936 fue el año I del Imperio) invadiendo Abisinia con numerosas fuerzas. El Pipistrello fue el principal bombardero pesado que participó. A comienzos de 1936, con la conquista de Abisinia casi completada, la Domenica del Corriere (1) dedicó una de sus coloridas portadas a la masacre de Amba Aradam, una elevada meseta rocosa donde los últimos restos del ejército etíope fueron masacrados por los bombardeos de la aviación italiana. Entre los aviones pintados en la ilustración que se ciernen sobre los aterrados soldados destaca en primer plano un SM.81 Pipistrello, que ese mismo año pasaría a España, cambiando su blanco de abisinios a republicanos españoles.
Premonitoriamente, El Siglo Futuro, diario clerical, había publicado en abril de 1936 una foto de Mussolini pasando revista a una nutrida exhibición de Pipistrellos, acompañado del primer ministro húngaro, Gömbös, informando a sus lectores de que «Con cualquiera de los aparatos que se ven en la foto es posible realizar un vuelo sin escalas Cerdeña-Gibraltar y regreso». El Duce gustaba de apabullar a sus visitantes con despliegues de la potente aviación militar italiana, y el robusto S.81 salía convenientemente amenazador en las fotos.
Tres meses después se realizó el raid desde Cerdeña, pero no para bombardear Gibraltar, sino para aterrizar en Melilla y echar una mano al general Franco, sublevado contra la República. Un inoportuno viento de cara echó por tierra la propaganda sobre las largas distancias que podía volar el bombardero, pues de los doce aparatos que despegaron solo nueve consiguieron aterrizar por los pelos en el Protectorado español de Marruecos. Los S.81 fueron los primeros grandes bombarderos en entrar al servicio de las fuerzas antirepublicanas. Los soldados nacionalistas les llamaban bueyes, por su vuelo lento y seguro.
Aunque muy obsoleto en el duro ambiente aeronáutico de la segunda guerra mundial, el Pipistrello, del que se construyeron más de 500 unidades, siguió funcionando como carguero y ocasional bombardero nocturno.
1- La Domenica dei Corriere, 1 de marzo de 1936
2- El Siglo Futuro, 2 de abril de 1936
Ecosistemas: 1923-1945 Nacionalismo aéreo, 1936-1939 Guerra Civil Española, 1939-1945 Segunda Guerra Mundial
Asuntos: Bombarderos
Tochos: Los aviones del terror
Espacios: Gibraltar