Un Gotha IV del Servicio Aéreo Imperial Alemán, localizado en algún lugar de Bélgica, en 1917.
El Gotha fue el primer bombardero estratégico efectivo (primer vuelo: octubre de 1916), y el primero que el público asoció con el terror aéreo. Tras las incursiones de los zeppelines, el alto mando del ejército imperial alemán necesitaba un avión capaz de hacer el trabajo de ataque de las ciudades enemigas, pero de manera más regular y segura. El Gotha IV y variantes fue el primer bombardero estratégico eficaz, capaz de alcanzar Londres con casi media tonelada de bombas desde su base en las cercanías de Gante, un trayecto de 270 km.
Los raids de los Gotha comenzaron en junio de 1917 y solían constar de dos docenas de aparatos. Aparte del ciclo de represalias propio de la guerra, parece ser que el alto mando alemán decidió asestar un golpe psicológico demoledor en la capital del Imperio británico, tras el fracaso de los zeppelines, en un intento de contrarrestar la reciente entrada de los Estados Unidos del lado de los Aliados. Los Gotha hicieron 27 incursiones sobre Londres, primero de día y prácticamente impunes, y luego de noche cuando la defensa británica se hizo más efectiva.
El 13 de junio de 1917 los Gothas mataron a 162 personas, incluyendo 12 niños de una escuela, y esa fue la gota que colmó el vaso. A partir de entonces, Reino Unido se convirtió en el más acérrimo partidario del bombardeo estratégico y machacar Alemania desde el aire se convirtió en una obsesión. Este fue seguramente el más importante papel de los bombarderos Gotha en la historia.
Ecosistemas: 1914-1921 Primera Guerra Mundial
Asuntos: Bombardeos, Bombarderos
Tochos: Los aviones del terror