El único prototipo del Kalinin K-7, que voló por primera vez el 21 de agosto de 1933.
La cumbre de la evolución de los castillos volantes, el K.7 pesaba cerca de 40 toneladas a plena carga y tenía siete motores, con una potencia total de 5.810 hp. Podría llevar nueve toneladas de bombas o 120 pasajeros a más de 3.000 km de distancia (aunque a solo 200 km/h), pues el fiero aspecto de este monstruo aéreo escondía el proyecto del primer avión de pasajeros intercontinental. El primer prototipo, el único que voló, ni siquiera llevaba equipamiento militar.
El ala, tan gruesa que debía alojar a la mayor parte de los pasajeros, carga y combustible, tenía la característica forma elíptica de los diseños Kalinin y medía 53 metros de punta a punta. Una especie de carricoche eléctrico aseguraba la comunicación entre las diversas partes del avión. Tras varios vuelos de prueba, un accidente destruyó el avión y mató a parte de sus pasajeros y tripulación. El segundo prototipo fue abandonado el verano de 1935, pues después de la destrucción en mayo de ese año del ANT-20 Maksim Gorky, el avión más grande del mundo en su época, la Unión Soviética parece que perdió interés por los mega-aviones.
K A Kalinin fue fusilado en 1938. Fue uno de los aproximadamente 50 ingenieros, técnicos y diseñadores de aviones ejecutados después de haber sido detenidos en las grandes purgas de 1934-1941. Otro centenar murió en los campos de concentración del GULAG y 300 tuvieron suerte y pudieron seguir haciendo trabajo aeronáutico en las oficinas técnicas establecidas por el NKVD en campos y prisiones (1).
1- Russian Aviation and Air Power in the Twentieth Century. Editado por John Greenwood, Von Hardesty, Robin Higham.
Ecosistemas: 1923-1945 Nacionalismo aéreo
Asuntos: Bombarderos
Tochos: Los aviones del terror