Antiguo avión presidencial mexicano, el Boeing 787 Dreamliner «José María Morelos y Pavón», a finales de 2018.
Recién llegado a la presidencia de los Estados Unidos Mexicanos, AMLO (Andrés Manuel López Obrador) tomó la decisión de vender el avión presidencial vigente, que apenas había servido un par de años, los últimos de la presidencia de Enrique Peña Nieto. El 787 había sustituido al Boeing 757 «Presidente Benito Juárez», que había servido muchos años a los cinco últimos presidentes mexicanos. AMLO criticó que se hubiera comprado el avión, tuneado para servicio VIP además, por una enorme cantidad de dinero, así como se hubiera bautizado a un avión de lujo con el nombre del austero héroe de la independencia José María Morelos. El Gobierno mexicano anunció también la venta de dos o tres docenas de aviones y helicópteros del parque aéreo oficial, y espera sacar por todo el lote más de 500 millones de dólares (unos 10.000 millones de pesos mexicanos). AMLO anunció que usaría para sus viajes oficiales aviones comerciales, probablemente de Aeroméxico. A finales de abril de 2019 se informó que ya había 14 potenciales compradores, la venta se realizará a través de la web de proveedores de la ONU y bajo su control.
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