El bombardero clandestino de la república de Weimar

La primera versión del Dornier Do.P, todavía con matrícula suiza, en 1930.

A comienzos de 1929, la sección de aviación (Fliegergruppe) de la Reichswehr (las fuerzas armadas de la República de Weimar), encargó a Dornier Metallbau un gran bombardero. El problema era que la pre-Luftwaffe era una organización clandestina y su encargo completamente ilegal, y un gran avión de bombardeo no es un objeto fácil de disimular.

La sucesora de la Luftstreitkräfte (fuerza aérea, hasta 1918) y predecesora de la Luftwaffe (arma aérea, desde 1935 hasta 1945 y desde 1956 hasta la actualidad) funcionaba desde cinco años atrás en la reconstrucción de la aviación militar alemana, prohibida por el tratado de Versalles. Para ello contaba con las factorías que los constructores alemanes de aviones tenían fuera de Alemania y con campos de entrenamiento clandestinos, en Alemania y en la URSS.

El modus operandi en este caso consistió en conseguir la colaboración del Ministerio de Transportes, que solicitó de Dornier el prototipo de un avión de carga. Los operarios de Dornier trabajaron de firme en su fábrica de Friedrichshafen, a orillas del lago de Constanza, y el 31 de marzo de 1930 el prototipo alzó el vuelo. El avión fue enviado a la otra orilla del lago, a 20 km de distancia, a la fábrica Dornier de Alternhein (Suiza). Allí lo transformaron en bombardero y se hicieron las primeras pruebas de funcionamiento militar.

Acabadas estas satisfactoriamente y con algunas pequeñas modificaciones añadidas, se despojó de nuevo al avión de todo su utillaje de guerra y fue enviado de nuevo a Alemania, donde recibió su matrícula alemana oficial como carguero. Tras una estancia no muy larga, fue enviado al campo clandestino de Lípetsk, 400 km de Moscú, donde prosiguieron las pruebas militares. El Do.P pesaba 12 toneladas a plena carga, tenía una potencia de 2.000 hp y podía llevar 1.200 kilos de bombas.

Cuando se hizo el encargo del Dornier Do.P, a comienzos de 1929, la República de Weimar parecía encaminarse a tiempos mejores, después de los terribles años de hiperinflación, paro y golpes de estado que llenaron la primera mitad de la década. El 3 de octubre de 1929 murió Stresemann, el super-ministro de asuntos exteriores que era reconocido como el gran valedor de la República. Tres semanas después Wall Street entró en barrena.

Cuando el Dornier Do.P hizo sus primeros vuelos, a mediados de 1931, la economía alemana volvía a estar sumida en el caos, y las elecciones de septiembre convirtieron al NSDAP, un pequeño partido hasta entonces, en la segunda fuerza política. En 1933 los nazis asumieron todo el poder y las instalaciones de Lipetsk fueron abandonadas. Allí se quedó el Dornier Do.P, que no fue considerado como de suficiente valor militar como para devolverlo a la patria (Heimat). Los soviéticos lo usaron como avión de entrenamiento hasta que se estrelló en 1935, el año en que la Luftwaffe fue presentada al mundo y la fabricación de bombarderos comenzó en serio en Alemania.

Con información de Johan Visschedijk hallada en David Horn Collection

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