Funda de hojas de afeitar, hacia 1940-1950. Biblioteca Digital Hispánica – BNE.
El Día de Euskadi no se celebra ya y se celebró solamente dos o tres años, los que duró el gobierno del PSOE, un partido no demasiado nacionalista vasco pero tampoco exageradamente españolista, lo que en Euskadi se denomina piadosamente “constitucionalista”. Fue entonces cuando este gobierno tibio decidió que tendría que haber un Día de Euskadi o Euskadiko Eguna. Eligieron el 25 de octubre, fecha de la promulgación del Estatuto de Gernika en 1979. Nunca lo hubiesen hecho.
Cuando el Eusko Alderdi Jeltzalea-Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV), volvió al poder lo primero que hizo fue eliminar el Día de Euskadi. El partido abertzale (literalmente “patriota”) Bildu, que votó a favor de cargarse la festividad del 25 de octubre, votó a favor de colocarla el 3 de diciembre, que es el Día del Euskera (Euskararen Eguna) y además, en feliz coincidencia, el día en que subió al cielo San Francisco Javier directamente desde la isla de Shangchuan (San Juan), en el mar de la China Meridional, en 1552, que es por esta razón el Día de Navarra y así, toda Euskal Herria tendría el mismo día de fiesta. Prudentemente, el PNV (sabiendo cómo las gastan los navarros) se opuso a esta redonda iniciativa y Euskadi se quedó sin su día de fiesta, es la única región autónoma de España que no tiene.
En realidad sí hay una gran fiesta nacional en Euskadi, que es el Aberri Eguna (Día de la Patria), pero por una desdichada coincidencia se tiene que celebrar en domingo, haga frío o calor, para ser exactos el Domingo de Resurrección. Según el santoral del PNV, el Domingo de Resurrección de 1882 Sabino Arana, en conversación con su hermano Luis, tuvo la revelación divina de la patria vasca. El Domingo de Resurrección de 1932, medio siglo después, el PNV decidió tocar las narices a la República laica celebrando por todo lo alto el primer Aberri Eguna en Bilbao, con hogueras en las montañas y todo. Y así hasta hoy, de manera que los vascos y vascas trabajan un día más al año que el resto de los ciudadanos del Estado.
Asuntos: Nacionalismo
Tochos: La Península mutante