Un Boeing 747-200 de Aerolíneas Argentinas a mediados de la década de 1990, con la librea «ibérica». Viasa (adquirida en parte por Iberia por entonces) también tuvo su versión de este diseño.
En 1990 coincidieron dos circunstancias que llevarían a la ruina a dos aerolíneas: la presidencia de Carlos Saúl Menem en Argentina y la decisión del INI en España de expansionar la compañía Iberia. La ola de privatizaciones del menemismo arrastró a Aerolíneas, que pasó a ser propiedad de Iberia en su casi totalidad, es decir del estado español. En 1994 Iberia se declaró en quiebra y se preparó su privatización. Aerolíneas Argentinas, también en graves apuros, terminó en 2001 en manos del grupo Marsans (Air Comet), por el simbólico precio de un dólar. Marsans recibió US $ 300 millones del gobierno español que parece que no empleó como debía, en pagar acreedores, y en 2008 volvió a vender Aerolíneas al estado argentino. Iberia fue privatizada, cotizó en bolsa, se reestructuró, redujo su plantilla, etc. y terminó en manos de IAG. Prueba gráfica de esta época convulsa es la librea «ibérica» de los aviones de Aerolíneas, que llevaron a lo largo de la década de 1990, en que la triple banda del lomo del avión se traduce a los colores de la bandera argentina.
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