Una imagen de la gran piscina del Parque Sindical publicada en el libro de propaganda «España», de 1962. La macropiscina fue inaugurada el 18 de julio de 1958, Fiesta de Exaltación del Trabajo, creada 20 años antes durante la guerra civil, cuando la publicación del Fuero del Trabajo aconsejó disfrazar un poco la conmemoración de la sublevación militar con un toque populista. La piscina pertenecía a la organización Educación y Descanso, inspirada en la Opera Nazionale Dopolavoro (Obra Nacional para después del Trabajo) de la Italia fascista y en el Kraft durch Freude (A la Fuerza por la Alegría) de la Alemania nazi, de donde el nombre de la revista de la organización española en sus primeros años, «Alegría y Descanso».
Si el Régimen no podía dar a los trabajadores una casa con piscina, sí podía construir una piscina para todos ellos, una especie de inmenso simulacro de la vida de los ricos (en 1958 había muy pocas piscinas en Madrid, y la gente iba a bañarse a los ríos y charcas cercanas a la capital, o en el mismo río Manzanares). En la misma línea, Educación y Descanso mantenía una especie de resorts sindicales bastante potables en zonas de turismo de mar y montaña, al lado de las auténticas urbanizaciones y hoteles turísticos, como era el caso de la Ciudad Sindical de Marbella, donde los productores podían pasar sus vacaciones a módico precio a un tiro de piedra de Puerto Banús.
En realidad la enorme piscina no era un lugar para practicar la natación –muchos de sus usuarios no sabían nadar o no nadaban muy bien– sino, con sus 1,20 metros de profundidad, un lugar donde chapotear y solazarse con el agua, hasta 30.000 personas a la vez, lo que instantáneamente le adjudicó su nombre popular, El Charco del Obrero (1). Actualmente pertenece al Parque Deportivo Puerta de Hierro propiedad de la Comunidad de Madrid, pero por alguna razón sigue siendo conocida como «la piscina del parque sindical».
(1) Federico Ayala Sörenssen: El Parque Sindical de Madrid. ABC, 10-06-2016
Asuntos: Tiempo libre, Trabajadores
Tochos: El museo del franquismo