Nord Noratlas del Ejército del Aire francés en Argelia, a finales de la década de 1950.
Como en los tiempos del desembarco de Alhucemas, las dos viejas potencias coloniales, Francia y España, se unieron frente al enemigo común. Aleccionada por la experiencia de 1925, cuando la única manera de derrotar a la República del Rif había sido atacándola por dos frentes a la vez, el gobierno español pidió ayuda al francés para acabar con el Ejército de Liberación de los territorios del África Occidental Española, patrocinado por el reino de Marruecos, antiguo Protectorado, que había alcanzado la independencia de ambas potencias en 1956.
Francia accedió a poner en marcha parte de su maquinaria militar en Argelia, donde llevaba cuatro años de guerra contra el Frente Nacional de Liberación. La ayuda francesa consistió en fuerzas terrestres, marinas y aéreas. Entre estas últimas destaca la participación de unidades de transporte que utilizaban el Nord Noratlas, un bimotor diseñado específicamente como carguero y que funcionaba bien en aeropuertos improvisados, por lo que resultaba ser un buen avión colonial.
El Noratlas, con su siete toneladas de capacidad de carga, duplicaba o triplicaba la de los Junkers Ju-52 y Douglas DC-3, únicos aviones de transporte con que contaba el Ejército del Aire español en aquella época. Los Noratlas franceses realizaron principalmente misiones de transporte de pertrechos desde las islas Canarias a los territorios del Sahara.
Ecosistemas: 1946-1979 Aviación colonial, II