Tríptico y algunas características interesantes del Caravelle
El Caravelle (Carabela) comenzó siendo un proyecto de SNCASE (Sociedad Nacional de Construcciones Aeronáuticas del Sud Este), una herencia del gobierno del Frente Popular creada en 1937 que reunía, entre otros nombres ilustres, los de Lioré et Olivier y Potez. Ello ocurrió a comienzos de la década de 1950 a causa de una decisión del gobierno francés, que pidió a las constructoras proyectos de un reactor de pasajeros de corto y medio radio.
El avión de SNCASE ganó el concurso y el dinero, que le permitió desarrollar un avión extraordinariamente innovador para la época. En aquel tiempo los únicos reactores de pasajeros existentes eran el Comet británico y el Tu-124 soviético. El Caravelle se planteó como un diseño limpio 100% comercial, con los dos motores pegados en la parte final del fuselaje, sin complicaciones. El Comet tenía cuatro motores encastrados en la raíz de ala, y el T-124 (que era un bombardero reconvertido) dos en la misma configuración.
El Caravelle tenía ventanas pequeñas y ovaladas, mientras que el primer Comet las tenía grandes y cuadradas. Este detalle es uno más de lo mucho que el Caravelle aprendió de los errores y aciertos del innovador Comet. El morro y la cabina del Caravelle eran los del Comet, y los motores dos potentes reactores Rolls Royce. El primer Caravelle voló en 1955, un año después de los dos desastrosos accidentes del Comet que interrumpieron crucialmente su prometedora carrera. El Caravelle no tuvo ningún accidente importante, y fue declarado apto para volar en 1958, un año crucial para Francia, el primero de la Quinta República.
Comenzó sus entregas a las aerolíneas en 1959, cuando era el único reactor de pasajeros (si contar con los soviéticos) de alcance corto-medio en servicio en el mundo. Los pedidos afluyeron, incluso algunos de Estados Unidos. Douglas se dio cuenta del gran mercado que se estaba perdiendo y comenzó a fabricar su DC-9, que se puede considerar como mínimo que fue inspirado por el Caravelle. Otras compañías copiaron el diseño de ala limpia y dos motores atrás.
En 1957 SNCASE y SNCASO (los del Sud Oeste, herederos de Blériot, Bloch y Nieuport, entre otros) se fundieron en Sud Avation, que más adelante, fusionada a su vez con Nord terminó siendo en 1970 Aérospatiale, la firma responsable del Caravelle en su segunda etapa de vida activa. Para entonces de habían fabricado casi 300 unidades, usadas por muchas compañías aéreas, de todos las variantes posibles.