Uno de los tres ejemplares de Barougan que se ensayaron en Colomb Béchar, Argelia,1955-1958.
A comienzos de los años 1950s la OTAN comenzó a obsesionarse con la posibilidad de un ataque por sorpresa soviético que destruyera las pistas de hormigón de las bases aéreas. Comenzó a solicitar prototipos de aviones capaces de solucionar este problema, por ejemplo de despegue vertical o capaces de utilizar pistas improvisadas. Uno de los frutos de esta idea fue el Harrier, que se fabrica y usa todavía. En Francia, el Sud Est Baroudeur utilizó un carro desechable con grandes ruedas para despegar y unos patines escamoteables para aterrizar, para cumplir la especificación que había hecho la OTAN de un caza ligero capaz de usar pistas sin preparar. El concepto funcionaba bien, pero el avión no entró en producción.
El concepto Baroudeur (algo así como «Pendenciero», «Fogueado») originó el concepto Barougan, una modificación del primer jet militar francés, el Ouragan (Huracán) que había volado por primera vez en 1949. En lugar de un carro desechable se le acopló un tren de aterrizaje de grandes ruedas dobles, que se replegaban en una protuberancia bajo el fuselaje. En vez de aterrizar sobre patines, el Barougan disponía de un paracaídas de frenado insertado en la deriva, que le permitía frenar en seco en muy poco espacio. Así, configurado como jet todoterreno, el enemigo dejó de ser la Unión Soviética y pasó a ser el FLN argelino, con quien Francia estaba en guerra desde 1954.
Entre 1956 y 1958 se ensayaron al menos tres Baorugans en Colomb-Béchar (actualmente Béchar a secas), una ciudad a unos 1.000 km al sudoeste de Argel, muy cerca de la frontera con Marruecos, que explotaba ricas minas de carbón en esa época. La idea era complementar la variedad de aviones que ya tenía la Armée de l’Air en Argelia con un jet robusto y con buena capacidad de carga, que además pudiera ser utilizado sobre el terreno de manera inmediata, sin necesidad de acudir desde bases lejanas. El Ouragan podía llevar casi una tonelada de bombas o depósitos de napalm, tenía espacio bajo las alas para muchos cohetes y disponía de cuatro cañones de 20 mm en el morro.
En 1955 el Ouragan ya no era el jet de primera línea del ejército del aire francés, siendo sustituido en ese papel por su sucesor evolutivo, el Mystére. La idea de sacarle partido como avión colonial de contrainsurgencia tenía lógica, y parece ser que alguno fue empleado en combate real contra el FLN. En 1958 se dio fin al proyecto, el mismo año en que voló por primera vez el SNCASE Voltigeur y vieron la luz otros diseños de ataque colonial diseñados ad hoc, como el Dassault Spirale, SIPA 11100, Morane Saulnier Epervier y otros en esa línea.
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Ecosistemas: 1946-1979 Aviación colonial, II