Todos los vehículos de motor, y sus conductores, fueron rápidamente militarizados desde los primeros día de la guerra civil. Los autobuses y camiones fueron cubiertos con toda clase de siglas, a veces blindados y utilizados para acercar tropas al frente. En los pueblos, muchas veces, el único automóvil, que pertenecía al rico del pueblo, era requisado con o sin acuerdo, según la zona fuera republicana o nacional, y dedicado a toda clase de patrullas. Los vales de gasolina se convirtieron en un importante factor de poder político. Muchas personas fueron reclutadas como conductoras, y los conductores profesionales como tanquistas. Y mientras tanto, las flotas urbanas de Madrid, Barcelona y otras ciudades continuaban, mal que bien, prestando su servicio de transporte público.
Heraldo de Zamora, 18 de julio de 1936
Los que van a la línea de fuego y los que vuelven de ella [en la Sierra de Madrid]
Crónica, 9 de agosto de 1936
L’Esquella de la Torratxa, 14 de agosto de 1936
La mujer en el Ejército del Pueblo. Una de las muchachas valencianas militarizadas. Esta presta servicio como chófer, y conduce un coche de Milicias.
Crónica, 15 de noviembre de 1936
El gran autobús en que [El Socorro Internacional del Niño, la Societé of Friends y el National Joint Committee for Spanish Relief] enviaron víveres y ropas para los niños madrileños.
Crónica, 28 de febrero de 1937
Mi Revista, 1 de enero de 1938
Biblioteca Nacional de España – Hemeroteca Digital
Crónica, 20 de febrero de 1938
Aeronáutica, septiembre-octubre de 1938
Hemeroteca Municipal de Madrid
Asuntos: Automóviles
Tochos: La guerra total en España
No he venido a investigar si unos éran los buenos y los contrarios los malos : quería encontrar alguna foto del frente de Guadarrama donde funcionó a servicio de la Cruz roja un autobús Citroen de color gris claro «La Ulzamarra» n°-4 que equipado de camillas recogía los muertos y heridos durante los 3 años que duró la guerra .