Corte transversal del túnel de Pajares, según la web de ADIF
36. Asturias y Castilla y León
Tal vez el mayor fracaso de la ingeniería de Caminos española de todos los tiempos sea el famoso túnel de Pajares, parte del ferrocarril León-Gijón, y conexión fundamental entre Asturies y León, aunque no se sabe muy bien si une, separa o simplemente apavora a asturianos y leoneses. Este túnel mide casi 25 km y es el séptimo más largo del mundo. En realidad no se puede hablar de él sin citar el quinto túnel ferroviario más largo del mundo, el del Guadarrama, que tiene 28 km. de recorrido.
El túnel de Guadarrama, una verdadera obra de romanos, sacó cuatro millones de metros cúbicos de roca de la montaña –casi el doble de volumen de la pirámide de Keops–, y discurre en un punto aproximadamente a 1 km. bajo el pico de Peñalara, algo que acongoja con solo pensarlo. Consiste en dos tubos paralelos de más de nueve metros de diámetro cada uno, con galerías de conexión cada cuarto de kilómetro y lo más sensacional: una especie de habitación del pánico a medio camino, una cámara estanca accesible desde ambos túneles y con capacidad para más de mil personas. Ya pueden venir guionistas de Hollywood a trabajar el asunto. Describir este túnel sirve para comprender mejor el fiasco del túnel de Pajares, gemelo del de Guadarrama y en realidad situado en la misma ruta Madrid-Gijón.
El túnel astur-leonés es también doble y discurre entre la Pola de Gordón en León y Telledo en Asturies. No tienen más que poner ambos nombres en Google Maps y verán el panorama, las montañas calizas de la cordillera cantábrica y una enrevesada carretera que une ambas localidades en una hora, 57 km. Las obras comenzaron en 2005 con cinco tuneladoras, eran aquellos años felices en que España era el país del mundo con más tuneladoras en funcionamiento, junto con Corea del Sur. Los monstruos metálicos, muy parecidos a los gusanos de la arena de Dune, sacaron casi cuatro millones de metros cúbicos de material de los túneles, cuya estructura y disposición es idéntica a los de Guadarrama. La sección del túnel, vista en la web de Adif (Administración de infraestructuras ferroviarias) parece unas pesas de halterofilia, y la vista en escorzo una escalera con muchos travesaños, las galerías de conexión entre los dos túneles. Entonces comenzaron las dificultades.
El color claro de la montaña en las imágenes de Google revela el problema. Mientras que el Guadarrama es una montaña de granito donde llueve poco, la cordillera Cantábrica es una montaña de caliza donde llueve mucho. El agua discurre por la superficie, se infiltra y forma lagos subterráneos en lo que se conoce como karst. Las bravas tuneladoras progresaban a buen ritmo cuando comenzaron los problemas: grandes irrupciones inesperadas de agua y lodo, que se sucedieron una y otra vez. El agua, buscando su camino, se encontró con el túnel y comenzó a fluir alegremente hacia él. El resultado final es un impresionante río subterráneo artificial que lleva el agua de lluvia hacia Asturias y que ha secado literalmente a los pueblos de arriba. Como resume un natural del lugar, Asturias sigue sin AVE y nosotros nos hemos quedado sin agua. Queda por averiguar si la sidra también perdería fuerza si la transportaran por el túnel, como dicen que ocurre ahora cuando la llevan por la carretera de arriba.
El grandioso túnel une Asturies con un enorme malentendido, que es el llamado País Leonés, que no es más que una parte del antiguo reino de León o de Asturias y León. El himno de la ciudad de León deja clara la situación general:
¡León escribió la historia
de Covadonga a Colón!
Durante muchas generaciones, el imperio leonés dominó la esquina noroeste de la península ibérica, en guerra frecuente contra Castilla y Portugal. Luego Castilla se tragó a León, que quedó como un reino virtual a la izquierda de Castilla La Vieja, compuesto por las provincias de León, Zamora y Salamanca. León tiene su propia lengua no-castellana, como Cataluña, Galicia o Euskadi. Es el llionés, descrito en una web patriota (faceira.org, de la Asociación pola cultura llionesa) como el mismo idioma que se habla en Asturias: “El llionés ye una llingua románica en situación mui precaria que, anguaño, falan unas 25.000 personas nas provincias de Llión y de Zamora. Ye un patrimoniu llingüísticu que los llioneses compartimos con outros territorios peninsulares pues esti idioma tamién se fala n’Asturias, onde recibe’l nome d’asturianu, y na Tierra de Miranda (Portugal), onde se conoz cumo mirandés”.
Asuntos: Obras Públicas
Tochos: La Península mutante