CN-235 del Ejército del Aire, parte de su despliegue internacional en los últimos años para luchar contra la inmigración considerada ilegal.
El 21 de marzo de 2006, tres aviones del Ejército del Aire (Hércules y CN-235) llegaron a Nuadibú (Mauritania, el antiguo Port Étienne), cargados con 23 toneladas de ayuda humanitaria, principalmente tiendas de campaña, grupos electrógenos, depósitos de agua y todo lo necesario para construir un centro de acogida de inmigrantes con capacidad para cerca de 200 personas y un colegio.
Justo una semana después, los primeros 65 “irregulares” volaron desde Fuerteventura a Nuadibú en un avión de Air Europa, devueltos por el Gobierno español, pero no se quedaron en el campamento de acogida, en torno al cual se estaba construyendo mientras tanto una alambrada de cuatro metros de altura, sino que fueron trasladados directamente a Nuakchot, la capital de Mauritania, para ser enviados desde allí a sus supuestos lugares de origen, Senegal y Mali. Desde entonces, 25 agentes de la Guardia Civil han sido destacados en Nuadibú “para prevenir la salida de cayucos rumbo a Canarias” (1).
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Ecosistemas: 1946-2018 La aviación de los países no alineados