Un CASA Aviocar de la UNTAG, en 1989
El 21 de marzo de 1989 salieron los dos primeros Aviocares de la base aérea de Getafe, el punto de partida de un viaje de seis días hasta Windhoek de Namibia pasando por Jerez de la Frontera, Las Palmas de Gran Canaria, Nuadibú, Dakar, Bamako, Abidjan, Accra, Douala, Libreville, Luanda y Moçamedes. En total unas 5.000 millas y más de una docena de países sobrevolados (1). A los dos aviones se les unieron seis más, que llegaron a Namibia por el mismo y extenuante procedimiento, y allí fueron repartidos por todo el país, que es casi el doble de grande que España.
Los Aviocares estaban pintados de blanco, llevaban la bandera de la ONU y formaban la fuerza área de la UNTAG, la misión de las Naciones Unidas para supervisar la transición pacífica a la independencia y las primeras elecciones libres en Namibia, tras más de veinte años de lucha con la potencia colonial de Sudáfrica. Era un grupo militar multinacional de verdad, pues pertenecía a un total de 51 países. Contaba con cerca de 5.000 efectivos. El destacamento español perdió toda dependencia del Ejército del Aire salvo la administrativa, siendo su jefe ahora el teniente general Dewan Prem Chand, de la India (2). Esta historia multinacional salió bien, las elecciones se celebraron y fueron declaradas oficialmente limpias, y Namibia se unió a las Naciones Unidas en 1990. Los Aviocares pintados de blanco volaron incesantemente sirviendo de aerolínea de la UNTAG, haciendo toda clase de transportes. Fue la primera gran experiencia de cooperación internacional de la aviación militar española.
(1) Antonio Alonso Ibáñez: Blancas alas de paz españolas en Namibia. Revista de Aeronáutica y Astronáutica, nº 581, mayo de 1989
(2) http://www.un.org/en/peacekeeping/missions/past/untagF.htm
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