Un Boeing 737-200 de Hispania a mediados de la década de 1980.
Hispania fue otra de las compañías chárter creadas para trabajar en el fértil campo de los flujos turísticos desde Europa central y occidental hacia las costas del Mediterráneo. Estaba basada en Mallorca, como Spantax, y la seguía en tamaño. Su estructura era de cooperativa, con todos y cada uno de los empleados detentando acciones de la compañía (1).
Creció mucho a lo largo de los ochenta, y en 1989 era ya la cuarta compañía de España, por detrás de Iberia, Aviaco y Air Europa. Spantax había desaparecido el año anterior. Todavía a comienzos de 1989 planeaba expandirse a nuevas rutas y hasta anunció la compra directa de varios aviones a Boeing, mientras que una sociedad inversora propiedad del Aga Khan proyectaba una gran inyección de capital en la compañía.
Al final las deudas arrastradas pudieron más, y la compañía quebró en el verano de 1989, en plena temporada, dejando unos 12.000 pasajeros atrapados en diversos aeropuertos europeos. Por entonces había nueve o diez compañías chárter registradas en España, y dos o tres más esperando entrar en el mercado.
Un informe de El Vigía (Órgano del Puerto de Barcelona y de los transportes) de agosto de ese mismo año anunció serios problemas para el sector: demasiadas compañías pequeñas con costes muy altos a pagar durante todo el año y un breve período de ingresos durante la temporada alta (2). No obstante, a pesar de estas sensatas advertencias, nada puede disuadir a los empeñados en crear una aerolínea, por lo general con el respaldo de algún grupo financiero pero también de alguna comunidad autónoma o diputación provincial.
(1) Carlos Pérez San Emeterio: A estas alturas. Historias de la aviación comercial en España. Noray (2000)
(2) ABC, 31-8-89: “La flota chárter española pasa por una crisis por el exceso de oferta”.