CASA C-212 Aviocar de la Força Aérea Portuguesa, hacia 1980.
La Fuerza Aérea Portuguesa pidió con urgencia 28 unidades del Aviocar en 1973, con el fin de emplearlas en la guerra colonial que sostenía en Angola contra el MPLA. Antes querían saber si el avión era capaz de operar en condiciones coloniales especialmente cálidas y abruptas, como las que regían en su colonia africana. Lo más parecido que pudo encontrar CASA, la empresa fabricante, a las condiciones angoleñas fue unos eriales andaluces en pleno julio, y así, en julio de 1973, en lo más profundo del tórrido verano sevillano, una delegación portuguesa pudo ver al Aviocar despegar entre espesas nubes de polvo de unos barbechos próximos a Tablada. La venta quedó hecha tras esa prueba suprema de resistencia colonial.
El 25 de abril de 1974 brotaba a Revoluçao dos Cravos (la revolución de los claveles) y Portugal terminaba con casi medio siglo de dictadura salazarista. El comentario de un alto cargo del gobierno español mientras veía esos días una película de los sucesos de Portugal fue “Esto lo arreglaba yo con una compañía de la Guardia Civil”. El nuevo gobierno democrático portugués decidió la descolonización inmediata, y la venta de Aviocares quedó seriamente comprometida. No obstante el pedido se mantendría, algo reducido. Posteriomente, Angola (ya independiente) encargó por su cuenta algunos ejemplares del Aviocar.
Ecosistemas: 1946-1979 Aviación colonial, II