Un Atlas Impala (Aermacchi MB.326) de la FA sudafricana, a comienzos de la década de 1980.
Macchi comenzó fabricando aviones franceses con licencia en 1912 y más adelante se unió a la floreciente industria aeronáutica italiana de los tiempos de fascismo. Tras la segunda guerra mundial, cambio su nombre por Aermacchi, y luego se hizo filial de Alenia. El M.B. 326 fue uno se sus aviones más exitosos, en teoría un jet de entrenamiento originado en 1958 pero que pronto se vendió como avión de contra-insurgencia, muy apropiado para la guerra aérea colonial.
A mediados de la década de 1960, Sudáfrica comenzó a plantear una industria aeronáutica nacional, capaz de superar el embargo de armas de que era objeto. El Impala fue el primer avión que salió de la fábrica de Atlas, en 1966, y en total Sudáfrica fabricó unas 250 unidades de este avión. En versiones de una o dos plazas, este avión podía llevar gran cantidad de armamento en forma de bombas, cohetes y munición para sus cañones. En agosto de ese mismo año 1966 comenzó la guerra abierta entre Sudáfrica y el SWAPO, Organización Popular de África del Sudoeste.
La guerra se extendió hasta Zambia y Angola, donde tenía sus bases la guerrilla del SWAPO, el PLAN (Ejército de Liberación del Pueblo de Namibia), y se entrelazó con la guerra civil angoleña entre el MPLA y UNITA, los primeros apoyados por soviéticos y cubanos y los segundos por Sudáfrica. El Impala participó desde el primer día al último de esta larga guerra (terminó en 1990) volando sobre las copas de los árboles para evitar los MiGs enemigos.
Reportaje especial sobre el Impala en la revista de la Fuerza Aérea Sudafricana.
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Ecosistemas: 1946-2018 La aviación de los países no alineados