Superavionetas de guerra y armas de destrucción masiva en Rhodesia

 

Un Cessna Skymaster fabricado en Francia por Reims Aviation, llamado Lynx en la Fuerza Aérea Rhodesiana, a finales de la década de 1970. Lleva ametralladoras sobre el fuselaje y bombas en soportes bajo las alas.

 

El Skymaster tiene una poco usual configuración de dos motores en el eje del fuselaje, uno con hélice tractora y otro empujadora. Posee por ello más potencia de lo habitual en una avioneta, lo que le permite una respetable capacidad de carga, con espacio para cinco pasajeros. Con su considerable autonomía de más de 1.500 km y una velocidad de crucero de algo más de 200 km/h, ha sido adaptado fácilmente a uso militar.

Fue usado en Vietnam y en Rhodesia, cumpliendo en este último país el papel de un avión colonial clásico en su versión de policía aérea, capaz de orbitar mucho tiempo sobre el objetivo y de atacarlo repetidamente con sus ametralladoras instaladas sobre las alas como en algunos cazas de la primera guerra mundial, bidones de napalm, cohetes o bombas convencionales. Portugal compró Skymasters en 1973 para sustituir a su flota de Dornier 28 en sus guerras coloniales africanas, pero llegaron tras el fin de las hostilidades.

Una veintena de Skymaster especialmente modificados para la guerra contra la guerrilla fueron contrabandeados a comienzos de 1976 desde Reims, en Francia, a New Sarum, en Rhodesia. Allí fueron empleados en la técnica Fireforce, que consistía en varios destacamentos situados en alerta permanente en campos de aviación diseminados en las zonas de guerra. Cada unidad Fireforce estaba formada por varios helicópteros provistos de ametralladoras y cañones montados en el portón de acceso, DC-3 capaces de llevar hasta 20 paracaidistas cada uno y los Lynx, encargados del apoyo aéreo.

Con este objeto estos aviones llevaban, además de las ametralladoras sobre las alas, dos innovaciones desarrolladas durante la bush war rhodesiana: bombas golf, compuestas por esquirlas de acero encerradas en una carcasa de acero, que un potente explosivo diseminaba por un área muy extensa destruyendolo todo a su alcance, y bombas de frantan, una versión rhodesiana del napalm (1). Las bombas golf grandes, de casi media tonelada, eran llevadas por los Hawker Hunters que actuaban en las operaciones más importantes, y un par de ellas podían aniquilar una extensión de vegetación –y a todo los que estuviese dentro o cerca– de 90 x 135 metros.

Para uso de los Lynx, con menos capacidad de carga, se fabricó una versión llamada Mini Golf. El ejército rhodesiano se especializó en la fabricación de armas ultrapotentes para destruir amplias zonas de bosque y a la guerrilla escondida allí e incluso experimentó una versión local de la bomba FAE, –fuel-air explosive, la llamada “bomba atómica low cost (2)”.

 

1- Peter Baxter: Selous Scouts. Rhodesian Counter-Insurgency Specialists. Helion & Company Ltd., 2012 (en sahistory.org.za)
P2- . J. H. Petter-Bowyer: Winds of Destruction. Trafford Publishing, 2003

 

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