Un BAe / BAC Harrier Matador del Flotilla de Aeronaves de la Armada, hacia 1980.
El Harrier (Aguilucho, y también Lebrel) fue el primer avión de guerra de fabricación británica comprado por los militares españoles desde los tiempos del Hawker Spanish Fury, en 1936. A mediados de la década de 1960, la Armada recibió un viejo barco norteamericano, el U.S.S. Cabot, para transformarlo en portahelicópteros con el nombre de Dédalo, en honor del porta-hidroaviones del mismo nombre de los tiempos de Primo de Rivera. Alfredo Landa interpretó allí uno de sus memorables papeles en la película Cateto a babor (1970).
Las negociaciones para comprar los Harrier comenzaron en 1972, pero cuando estaban a punto de formalizarse surgió una dificultad imprevista. Al parecer el gobierno británico mantenía todavía en vigor el embargo de armas a España que comenzó durante la guerra civil y no deseaba vender sus aparatos a la dictadura franquista. El problema se solucionó simulando la compra de los aviones a los Estados Unidos. En 1976 el Arma Aérea de la Armada recibió sus primeros ejemplares, a los que se bautizó con el españolísimo nombre de Matador.
Posteriormente, la Armada consiguió su primer portaaviones, el Príncipe de Asturias, y encargó nuevos Harrier con más prestaciones, esta vez del modelo desarrollado en los USA para los marines por McDonnell Douglas. Se supone que la combinación del moderno portaaviones y de los nuevos Matadores es el núcleo del poder estratégico mundial del Estado español.
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