Tras siglos de lucha sorda y a veces abierta entre los jornaleros agrícolas y los dueños de la tierra, la solución viene de la tecnología. La cosechadora Claas Cónsul, de 3,60 metros de anchura de corte, promete hacer el trabajo de 60 obreros eficientes, con un coste de solo mil pesetas mensuales. Entre las ventajas de estos obreros mecánicos destaca, además de trabajar duramente de sol a sol sin desfallecer un momento, que no hacen altos para echar el cigarrillo. Las paradas para fumar eran una parte de las condiciones laborales que había que negociar cuidadosamente, que los trabajadores valoraban en grado sumo y que los patronos odiaban por encima de todo.
Nueva Alcarria (Guadalajara), 11 de mayo de 1968.
Asuntos: Agricultura, Laboral, Tecnología
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