El Tupolev Tu-16 (nominalmente Xian H-6, aunque parece que era uno de los aviones soviéticos entregados a China) que lanzó la primera bomba atómica de la RP China, el 14 de mayo de 1965, sobre el sitio de pruebas de Lop Nor, entre los desiertos de Takla Makan y de Gobi (Región Autónoma Uigur de Sinkiang, NE de China). La bomba estaba basada y tenía una potencia similar a la lanzada en Nagasaki por la USAAF veinte años atrás.
El Tu-16 comenzó a interesar a los planificadores militares soviéticos desde antes incluso de que se tomara la decisión, forzada por la necesidad, de hacer una copia exacta del Boeing B-29 para que sirviera como bombardero estratégico soviético con el nombre de Tupolev Tu-4. La URSS necesitaba un bombardero capaz de volar mucho más rápido, más alto y con más potencia que el malhadado Tu-4. En agosto de 1949 detonó la primera bomba atómica soviética en el distrito de pruebas de Semipalatinsk (actualmente en la República de Kazajistán), un artefacto de cinco toneladas inspirado en la bomba de plutonio que arrasó Nagasaki, y que necesitaba un avión muy grande para llevarla.
El Tu-16 pesaba cerca de 90 toneladas a plena carga y podía volar a 900 km/h varios miles de km con una carga de nueve toneladas de bombas. Lejos de la complicación del diseño del B-47, con seis motores y alas flexibles, el Tu-16 solo tenía dos motores y era de estructura bien sólida. A partir de su primer vuelo, el 27 de abril de 1952, la URSS ya tenía su arma de destrucción masiva. Desde su exhibición en público en el desfile del primero de mayo de 1954 en Moscú y su asignación de nombre de código OTAN (Badger, Tejón), el Tu-16 ya estaba listo para participar de lleno en la guerra fría. Su principal misión era volar por los confines de la URSS al encuentro de alguna fuerza estadounidense, naval o aérea, y efectuar los correspondientes rituales de acercamiento ma non troppo, despliegues agresivos contenidos, etc, que en general salían bien, sin que nadie resultase herido, aunque hubo algunos accidentes graves.
Su otra tarea era probar el lanzamiento de bombas atómicas cada vez más potentes, cosa que hizo en varias ocasiones sobre Semipalatinsk y sobre Nueva Zembla en el Ártico. Su empleo en guerra se ciñó exclusivamente a los países del Islam. En 1962, un puñado de Tu-16 indonesios prepararon un ataque al portaaviones holandés Karel Doorman, que estaba flameando la bandera de los Países Bajos en su antigua posesión colonial de Nueva Guinea Occidental, que Indonesia deseaba añadir a su territorio. El ataque no se llevó a cabo, y el conflicto indonesio-holandés se libró con acciones más limitadas y armas más pequeñas.
Los 30 Tu-16 enviados a Egipto fueron destruidos en tierra por la aviación israelí en la guerra de junio de 1967. Eran el objetivo principal del ataque, pues la imagen de una formación de estos grandes bombarderos arrasando Israel asustaba por encima de todo a sus dirigentes. También participaron en esta guerra unos pocos Tu-16 iraquíes que llegaron a volar sobre las ciudades israelíes, aunque fueron pronto derribados. Los soviéticos repusieron los Tu-16 a Egipto, que los usó con más éxito en la guerra de octubre de 1973, cuando bombardearon posiciones israelíes en el Sinaí. En 1979 estos grandes aviones volvieron a la guerra, esta vez por cuenta de la Unión Soviética. Entre otras misiones, lanzaron bombas destrozamontañas sobre los refugios de los mujaidines.
Por entonces, y por cuenta de Iraq, los Tu-16 atacaban las ciudades iraníes, aunque parece que su principal misión fue atacar petroleros navegando por cuenta de Irán en el Estrecho de Ormuz. La URSS retiró sus últimos ejemplares en 1993. No obstante, el Tu-16 se fabricaba con licencia en la República Popular China desde 1957, aunque la terrible desorganización del Gran Salto Adelante y la ruptura de relaciones entre la RPC y la URSS en 1960 paralizaron el proyecto. Reanudado, el Xian H-6 estuvo listo en 1968, lo que tenía mérito, en plena Revolución Cultural. Algunos H-6 fueron enviados a Irak y Egipto, y el gran avión también se usó para probar la bomba atómica china.
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