La vista cenital del MiG-15 muestra un diseño equilibrado y compacto.
En el verano de 1939, Stalin en persona ordenó la creación de un OKO (Departamento de Diseño Experimental, del ruso Opyntnyi Konstruktorskyi Otdel)) dentro del OKB (Oficina de diseño) de Polikarpov, a su vez incluido en la GAZ (Fábrica Estatal de Aviones) nº 1 de Moscú (aquí se puede hacer una pausa para tomar aliento). El nuevo OKO debía dedicarse a desarrollar un nuevo caza de características avanzadas.
Artem Ivanovich Mikoyan fue recomendado para el cargo de director por las autoridades del GAZ, impresionadas por su trabajo en la mejora de la línea de producción del Polikarpov I-153, un I-15 mejorado. Mikoyan reclamó como adjunto a Mijail Iosifovich Gurevich, y así empezó la carrera de la oficina de diseño de Mikoyan y Gurevich, MiG. Durante la segunda guerra mundial produjo el MiG-3, un caza muy rápido interceptor, pero lo que la Unión Soviética necesitaba en ese momento eran grandes cantidades de Sturmoviks de asalto contra los tanques alemanes y cazas fáciles de fabricar, como el Yak-1, para parar los pies a la Luftwaffe.
En 1946 las cosas comenzaron a mejorar cuando surgió el MiG-9, un reactor bastante potable dotado de un motor alemán.. Pero el paso definitivo que hizo de MiG sinónimo de «avanzado jet comunista de caza» fue el MiG-15. Combinando los trabajos alemanes de los últimos años de la guerra con mucho trabajo propio, MiG diseñó un avión muy sencillo, un fuselaje redondo albergando todo lo necesario, amplias alas con ligera flecha y gran plano de deriva. Solo hacía falta un motor para poner en marcha la máquina, pero en aquellos años la URSS no fabricaba todavía buenos turboreactores, y los diseños alemanes de 1945 ya no servían.
El Reino Unido solventó la situación entregando graciosamente a la Unión Soviética 45 ejemplares del excelente Rolls Royce Nene. Versiones sucesivas del este motor fueron colocadas en el MiG-15, y en 1948 comenzaron las entregas a las unidades del VVS (Fuerza Aérea Soviética). Tras algunas escaramuzas con aviones nacionalistas chinos sobre estrecho de Formosa, el gran dia llegó el 1 de noviembre de 1950 en Corea, cuando los MiG-15 soviéticos se dejaron ver por primera vez en público, es decir ante la fuerza aérea norteamericana, a la que sus prestaciones causaron profunda inquietud.
Así comenzó la carrera de armamentos aeronáutica de la guerra fría: el MiG-15 era el primer avión soviético que necesitaba una respuesta tecnológica más avanzada todavía por parte del complejo militar-industrial norteamericano (el F-86 Sabre podía mantener el tipo, pero no superaba al avión soviético). Más adelante, el Mig-15 evolucionaría en el MiG-17, 19, 21, 23, 25 y 29, cada uno de los cuales tuvo su alter ego norteamericano. Pero en 1950 representó la demostración definitiva de que el «bloque comunista» podía manejar tecnología sofisticada y además fabricarla en grandes cantidades. La producción total de MiG-15 se estima en unos 18.000, 12.000 en la URSS y el resto en Polonia, Checoslovaquia y China (ver mapa).