Junkers Ju-88 del Ejército del Aire en la segunda mitad de la década de 1940. Entre 1943 y 1944 se compraron algunos ejemplares a Alemania, que se unieron a otros que habían sufrido aterrizajes forzosos en territorio español.
A finales de 1945, nuevas órdenes dictaron la eliminación del yugo y las flechas de la Falange de los fuselajes de los aviones militares y civiles. El círculo negro que sustituía a la escarapela republicana fue sustituido a su vez por una escarapela bicolor con los colores de la monarquía. La tachadura de la bandera republicana en la deriva se conservó, aunque la tendencia fue a hacerla cada vez más pequeña.
También se cambiaron los indicativos de los aviones militares, idénticos hasta entonces a los usados en la guerra civil. La segunda guerra mundial había terminado con la derrota de Alemania y el régimen del Movimiento preveía años difíciles, en los que sería conveniente alejarse a toda prisa de la simbología fascista. La consigna general la dio con admirable concisión el capitán de navío Luis Carrero Blanco, que ya por entonces se había convertido en la mano derecha del general Franco: “Orden, unidad y aguantar”.
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Ya, pero la (más bien falsa) versión oficial siempre será que el aspa negra es por arte de birli birloque y magia potagia una cruz de Borgoña, ancestral símbolo español (en realidad: borgoñón), bla-bla-bla, los rojos son muy malos, bla-bla-bla, quieren destruir los símbolos de España, bla-bla-bla. A nadie en su sano juicio se le ocurriría decir que las bandas rojas de los aviones republicanos de 1936-1939 venían de la escarapela roja, distintintivo militar español hasta 1871. Pues el aspa negra lo mismo. La documentación de 1936 para nada habla de que eso sea una cruz de Borgoña.