Como el caso de la empresa valenciana de juguetes de hojalata que terminó fabricando cartuchos de fusil durante la guerra civil española, Packard añadió a su producción habitual de coches de lujo la de motores Rolls Royce Merlin, mediante un contrato con la empresa británica que se firmó en 1940, cuando la RAF necesitaba con urgencia miles de Merlines para dotar a sus cazas y bombarderos. Packard manufacturó más 50.000 motores V-1650, como se llamaron en Estados Unidos, y muchos terminaron impulsando el super-caza norteamericano Mustang, casi el único que podía acompañar a las Fortalezas Volantes en todo su camino hacia el interior de Alemania y regreso. El anuncio utiliza el concepto de fabricación de armamento como acortador de la guerra: cada motor se hace equivaler a «una semana, un día o una hora».
Selecciones del Reader’s Digest (USA, edición en español) agosto de 1944
Ecosistemas: 1939-1945 Segunda Guerra Mundial
Tiempos: 1944