Un Heinkel He-111 del escuadrón nº 53 “Legion Condor”, destacado en Francia para el ataque a Inglaterra en la segunda mitad de 1940.
El origen del Heinkel He-111, como bombardero disfrazado de avión civil, no era solamente un camuflaje del rearme nazi, sino una característica habitual en su época que despareció tras la segunda guerra mundial, cuando la clase de los bombarderos se separó definitivamente de la de los aviones de línea. Que el trasiego entre aviones comerciales y bombarderos era por entonces la norma lo deja claro este reportaje de Les Ailes:
«Todos los aviones comerciales alemanes, el Junkers Ju-52, el Dornier Do-F y el Heinkel He-70, han servido de prototipos –severamente testados mediante un servicio continuo en la red de Lufthansa– de aparatos de bombardeo. El bimotor He-111 no escapa a esta regla ya que posee un compartimento en el centro de gravedad del avión, normalmente destinado a cuatro pasajeros, pero en el que su uso como compartimento de equipajes, previsto en su fabricación, ha permitido dotarle de una trampilla de acceso en el piso que puede servir para colocar (livrer passage) un lanzabombas”.
El He-111 tenía dos cabinas de pasajeros, la delantera, reservada a fumadores (con su trampilla y todo) y una posterior para seis pasajeros. En 1936 todos los países europeos estaban comenzado un rearme frenético y todos suspiraban por disponer de bombarderos lo más mortíferos posibles, aunque sus estrategias para conseguirlos en relación con el desarrollo de modelos civiles diferían. Como apostilla la revista francesa,
“Así, cada país tiene su propia política industrial. En Francia, adaptamos nuestros mejores bombarderos como transportes comerciales, al revés de lo que se hace principalmente en Alemania y los Estados Unidos. Pero, en definitiva, sea civil o militar, desde el momento en que posee superioridad técnica, ésta se impone en todas las tareas»(1).
A finales de 1936 el Heinkel He-111, ya sin compartimento de fumadores, comenzó a equipar unidades del Ejército del Aire alemán, creado un año antes. En marzo de 1937 llegaron los primeros ejemplares a España, asignados a la Legión Cóndor. En total, Alemania envió en ayuda de Franco casi un centenar de aviones de este tipo. El 26 de abril de 1937, participaron en el bombardeo de Gernika. Los alemanes sacaron mucho provecho de las lecciones de la guerra de España para mejorar el He-111, que se reveló como el modelo ganador de los tres tipos de bombarderos enviados allí.
Tras participar en el aniquilamiento de Varsovia y Rotterdam, su actuación sobre Inglaterra y Londres en particular en 1940 reveló serios fallos en su capacidad militar, pero ya era demasiado tarde para cambiar de bombardero principal, y siguió siéndolo hasta 1943 aproximadamente, pasando luego los supervivientes de más de 6.500 unidades construidas a tareas de transporte.
1-Les Ailes, 30 de enero de 1936
Ecosistemas: 1936-1939 Guerra Civil Española, 1939-1945 Segunda Guerra Mundial
Asuntos: Bombarderos
Tochos: Los aviones del terror