Un D.372, todavía con distintivos lituanos, antes de ser enviado a España (1936).
Este avión participa activamente en la guerra civil de papel que enfrenta a los historiadores de uno y otro bando. Para los historiadores de derechas, cuarenta D.372 llegaron a España en agosto de 1936, lo que prueba varias cosas, además de la perfidia natural de la República: a) los republicanos pidieron ayuda primero, lo que obligó a los nacionales a pedir ayuda a su vez a Alemania e Italia. b) los republicanos contaron desde el primer momento con montones de aviones y cañones, mientras que los nacionales carecían de todo. Si ganaron la guerra fue sencillamente porque Dios y la razón estaban de su lado.
Los historiadores del bando enemigo reducen drásticamente la cifra de Dewoitines llegados a bastante menos de la mitad, y añaden un dato muy importante: los D.372 llegaron a España cuidadosamente despojados de todo su armamento y sistemas anejos, no había pilotos expertos en su manejo por ninguna parte, se carecía de piezas de recambio y todo el instrumental de la cabina estaba escrito en lituano.
La mayoría de los D.370s que llegaron a España procedían de un lote encargado por el gobierno lituano, que al final prefirió el más moderno D.510. Los aviones fueron pues despojados de sus cruces dobles en la cola y las alas antes de enviarlos completamente mondos a Barcelona, donde hubo que trabajar duramente con ellos antes de dejarlos en condiciones de hacer la guerra. Esta fue la pauta general. Nunca atravesaron los Pirineos flamantes escuadrillas completas de aviones franceses con sus pilotos, utillaje, material y accesorios, listas para el combate. La historia del material francés en la guerra de España fue más bien una saga de contrabando, bricolaje e improvisación.
Ecosistemas: 1936-1939 Guerra Civil Española