Un Farman F.50 de la aviación militar francesa (primer vuelo: comienzos de 1918).
Después de los fiascos de años anteriores en materia de bombarderos estratégicos, a finales de 1917 el alto mando francés decidió ir a lo seguro y encargar una versión más grande de aviones ya probados, como el Breguet 14 o el bombardero de un solo motor Voisin. Así surgió la especificación BN.2, un bombardero nocturno de dos puestos, que debería ser capaz de volar 500 km con media tonelada de bombas. El aparato estaba conceptuado como bombardero pesado.
Farman se puso manos a la obra y en junio del año siguiente ya tenía listo el F.50, un avión compacto bimotor con algo más de 500 HP de potencia, considerable para la época (los aviones gigantes alemanes apenas llegaban a 1.000). El F.50 fue probado en el bombardeo de Alemania, singularmente nudos ferroviarios y otros objetivos militares (1). Los enclaves ferroviarios eran objetivos peligrosos para la población civil, pues solían estar enclavados en el centro de la ciudad.
Las ciudades del oeste de Alemania eran solo una etapa previa, como muestra este comentario publicado en la prensa: “Au moment où l’armistice, le F.50, avion de bombardement à longue distance et lourd porteur se préparait à aller semer la terreur à Berlin” (2). Algo exagerado, teniendo en cuenta su autonomía, pero una premonición de lo que pasaría poco más de veinte años después. Tras unos pocos meses de actividad militar la guerra acabó y el F.50 tuvo, como tantos otros bombarderos de la Gran Guerra, su versión civil, con una amplia cabina acristalada con capacidad para media docena de pasajeros. Entre las pocas ventas al extranjero de este bombardero sobresalió México, que compró 13 unidades con intención de usarlas para meter en cintura su propio país.
1- Farman F.50, en Уголок неба
2- «Les avions Farman», La Vie Aérienne, 18 dec 1919
Ecosistemas: 1914-1921 Primera Guerra Mundial
Asuntos: Bombarderos
Tochos: Los aviones del terror