Desinformación medieval

Museo das Peregrinacións e de Santiago

A mediados del siglo nueve, el rey de Asturias Ordoño I se alió con el rey de Pamplona, Íñigo Arista, para guerrear contra Musa Ibn Musa, gobernador de la parte noreste de Al Andalus. Después de varias peripecias, el ejército conjunto asturnavarro consiguió ocupar la fortaleza de Albelda (en la Rioja, muy cerca de Logroño) y poner en fuga a Musa, que resultó herido. Esto es lo que parece que ocurrió, en el año 859. Siete años antes había habido otra batalla en el mismo lugar que ganó Musa.
Dos o tres siglos después, el Departamento de Comunicación y Storytelling de la Iglesia del norte de España reunió la información disponible sobre las batallas de Albelda y otras, añadió varios ingredientes de su cosecha, eliminó otros y consiguió lanzar la impresionante historia de la batalla de Clavijo, semilla de la España cristiana. Clavijo está a pocos kilómetros de Albelda, en terreno más movido y fotogénico, y además tiene castillo.
Muy resumida, la historia es la que sigue. A mediados del siglo noveno, los soldados del rey de Asturias tenían que recorrer el reino en busca de las cien doncellas más potables que pudieran encontrar, nobles y plebeyas al cincuenta por ciento. Las cuales eran enviadas a los harenes cordobeses para solaz de los moros. El rey Ramiro I, santo varón, decide acabar con tan humillante tributo y reúne a sus tropas. Siendo los ejércitos moros tan numerosos como las olas del mar, la cosa no pintaba bien para el rey asturiano. Pero aparece la solución, un arma de destrucción masiva en la forma del apóstol Santiago, espada en ristre, montado en un caballo blanco y derribando batallones enteros de moros con un solo mandoblazo. La batalla se gana, del tributo doncellil no hay más que hablar y los infieles retroceden en desorden.
Acto seguido, como la cosa más lógica del mundo, el rey cristiano propone un voto (un impuesto) para construir en Compostela un gran santuario al Apóstol, que pasa a apodarse desde entonces Santiago Matamoros y que siglos después proporcionaría el grito de guerra del ejército nacional: Santiago y cierra (carga) España. La mejor información sobre esta historia ejemplar de cómo calzar un nuevo impuesto a la plebe sin que rechiste se puede encontrar por supuesto en la web de la Agencia Tributaria, agenciatributaria.es. Enrique Ossorio Crespo nos informa allí de que el voto de Santiago se recaudaba en Galicia, León y parte de Castilla en beneficio de los canónigos de la catedral de Santiago. Aún hoy, “canonjía” significa “empleo de poco trabajo y bastante provecho”, del mismo tipo que la breva de exministro y la mamandurria.

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