Este anuncio publicado en ABC el 27 de julio de 1954, en plena canícula madrileña, revela a la distinguida clientela de las cafeterías California que ya pueden disfrutar del aire acondicionado. Por entonces era poco utilizado en España, pero poco a poco cada vez más establecimientos públicos como cines, cafeterías y grandes almacenes lo fueron instalando. En paralelo, la demanda de energía eléctrica se disparó, para contento de las poderosa industria eléctrica, que por entonces celebraba los diez años desde la creación de Unesa (Unidad Eléctrica, SA), la entidad que junto con el ejército, la banca y la iglesia gobernaba realmente el país. Faltaban solo cuatro años para el comienzo de la famosa serie de mediciones de la concentración de CO2 del observatorio de Mauna Loa, en Hawaii, que revelaron un crecimiento constante que luego fue asociado con el amenazador cambio climático. A mediados de la década de 1960, la electricidad en España, hasta entonces predominantemente hidroeléctrica, comenzó a ser producida en masa a base de quemar carbón y petróleo.
Asuntos: Climatización, Electricidad
Tochos: La Península mutante
