Un Rockwell Bronco de la fuerza aérea venezolana a finales de la década de 1990.
El Bronco, uno de los pocos aviones especializado en la contra-insurgencia, llegó a Venezuela a mediados de la década de 1970. No obstante, en comparación con otros estados de Latinoamérica, especialmente su vecino, rival y espejo Colombia, Venezuela nunca tuvo una guerrilla fuerte y organizada. En realidad, Venezuela fue el único país sudamericano que tuvo el Bronco durante años, hasta que Colombia recibió unos cuantos en la década de 1990. Los Broncos de la FAV contribuyeron a aniquilar una unidad del Frente Guerrillero Américo Silva, el 4 de octubre de 1982, en lo que se conoce como la Masacre de Cantaura, que hoy día está en los tribunales. Y volvieron a hacer historia cuando bombardearon el palacio presidencial de Miraflores, en el golpe de estado del 27 de noviembre de 1992. Los F-16 gubernamentales derribaron cuatro Broncos, la quinta o sexta parte parte de todos sus efectivos. Posteriormente sufrieron las consecuencias del embargo de repuestos estadounidense, que se ha solucionado con algo de habilidad y comercio clandestino, y se dedican a la nueva gran actividad de la aviación militar en Latinoamérica: la guerra contra la fuerza aérea del narcotráfico, persiguiendo a sus aviones, derribándolos o forzándolos a aterrizar en ocasiones.
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Ecosistemas: 1947-1989 La guerra fría, La Guerra de las Drogas