Representantes de los ejércitos de tierra, mar y aire de baja graduación contemplan el monumento a Francisco Villamartín, el Clausewitz español, obra de Mariano Benlliure, en la fachada principal del Museo de Ejército. Este establecimiento (actualmente trasladado en una versión aguada al Alcázar de Toledo) fue un clásico de los museos de Madrid. Los visitantes podían ver el horrendo cuadro de las masacres de Paracuellos del Jarama, la Sala de la División Azul, una maqueta del Dragon Rapide, ropa ensangrentada del capitán Cortés (héroe de Santa María de la Cabeza), etc.
Asuntos: Militares, Monumentos
Tochos: El museo del franquismo