Boeing B-17 (F-9) utilizado en vuelos de reconocimiento fotográfico sobre Europa en 1945.
El ejército norteamericano comenzó a prepararse para la siguiente guerra incluso antes de que hubiera acabado la que tenía entre manos. Una parte muy importante de esta preparación era disponer de información actualizada cartográfica y fotográfica del teatro de operaciones de esta guerra futura, que era evidentemente Europa. Con este fin, se diseño un plan para realizar un detallado reconocimiento mediante la fotografía aérea de todos los países de Europa, España incluida.
Durante los años precedentes, tanto la fuerza aérea británica como la norteamericana habían hecho vuelos de reconocimiento fotográfico de los sectores de la península Ibérica que les interesaban de cara a un posible desembarco, especialmente las costas de Andalucía y Levante. Con estos vuelos se hicieron series de mapas.
El vuelo de 1945 era más ambicioso que los reconocimientos parciales anteriores, pues pretendía una supervisión total de todo el territorio. Se utilizó una versión desarmada de la Fortaleza Volante, llamada F-9, cargada de cámaras fotográficas de alta resolución. Tras algún roce diplomático con el gobierno español –que no estaba en condiciones de oponer resistencia efectiva a los Aliados– los vuelos se realizaron y sus resultados pasaron a engrosar los inmensos archivos de información fotográfica y cartográfica estadounidense sobre Europa occidental. El vuelo de 1945 fue el primer reconocimiento completo del territorio español mediante la fotografía aérea. Seguiría el famoso vuelo de 1956, también realizado por la USAF, y muchos otros hasta llegar a la teledetección por satélite y a Google Maps.
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