Campeonas del divorcio

Foto de la boda del teniente Chandeira, primer batallón de la brigada Líster. Mundo Gráfico, 13 de enero de 1937.

63. Canarias y Valencia

Fueron las dos comunidades con la mayor tasa de divorcios en 2012. Canarias es campeona en esta competición desde hace varios años, mientras que Valencia va y viene entre la segunda y la cuarta posición, aunque ha hecho méritos al aprobar las cortes valencianas una ley que establece como opción preferente para las parejas divorciadas con hijos la custodia compartida, sin que sea necesario el informe favorable del fiscal.

El divorcio universal por mutuo acuerdo fue establecido por la República en 1932. La ley fue derogada en 1939, por, como indica garbosamente el legislador, “radicalmente opuesta al profundo sentido religioso de la sociedad española”. En 1981 una nueva ley permitió, con graves reservas morales y, como se decía antes, “indudable repugnancia” el divorcio legal, al que sólo se podía llegar tras un prolongado período de separación y un pleito en regla en los tribunales. Por fin, en 2005 el país regresó a 1932 en esta materia, cuando se aprobó la ley llamada de divorcio express, como el café de los bares.

El mapa del divorcio no ha cambiado mucho en los últimos 80 años, a pesar del prolongado hiato de 43 años en que no fue posible. Durante ese montón de años, las parejas mal avenidas tuvieron que apañarse mediante la separación y muchas veces posterior concubinato (relación marital de un hombre con una mujer sin estar casados, RAE), todo ilegal y muy antiespañol. La gente de orden, tras mucho dinero y bastante tiempo, podía obtener una sentencia de nulidad del tribunal eclesiástico de la Rota, sentencia que establecía literalmente que el matrimonio “nunca había existido”, incluso cuando había tenido hijos, una imposibilidad lógica que algún teólogo estará intentando desenmarañar.

Juntando sobre un mapa datos de los primeros ocho años y de los últimos 33 de divorcios, se puede ver el poder disolvente del matrimonio que tiene el mar, pues las comunidades costeras tienen tasas muy superiores a las interiores. Este efecto progre del mar se había observado desde antiguo en muchos aspectos de la política y las costumbres. Los países catalanes (sic) ribereños del Mediterráneo y Canarias se llevan la palma en cuestión de divorcios, mientras que el núcleo duro anti-divorcista está en el interior, Castilla y León seguida de Extremadura, Castilla-La Mancha y Aragón, a veces el País Vasco y Navarra (la baja tasa relativa de divorcios de la marítima Euskalerria se puede explicar por la gran abundancia de curas que hay allí).

No hay que olvidar que las ciudades costeras. encabezadas por Barcelona, fueron pioneras en la difusión de métodos de control de la natalidad en España, a comienzos del siglo XX. La policía solía confundir los anticonceptivos con materiales para la fabricación de bombas. El lugar más alejado de la costa (Polo de inaccesibilidad de la Península Ibérica) es el término municipal de Otero, cerca de Nombela (provincia de Toledo), gobernado por el PP desde hace muchos años.

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