Tellier T-3 de la Compagnie Franco-Bilbaïne de Transports Aéronautiques en el verano de 1920. El avión tenía capacidad para dos pasajeros con su equipaje y un par de sacas de correo.
Recién acabada la Gran Guerra, un grupo de hombres de negocios de las Cámaras de Comercio de Bayona y de Bilbao decidieron crear una aerolínea para conectar por el aire estas dos ciudades, lo que venía a ser un vuelo doméstico por el interior de la mítica Euskal-Herria. No consta que el Partido Nacionalista Vasco estuviera directamente implicado en la idea, aunque no cabe duda de que la acogió con agrado.
El verano anterior, los casinos de Biarritz habían creado una efímera compañía aérea para vuelos de placer entre los enclaves turísticos de la costa (como San Juan de Luz, Donostia-San Sebastián, y el mismo Biarritz). La Franco-Bilbaína pretendía hacer las cosas más en serio. Compró varios aviones excedentes de la guerra, entre ellos algunos Tellier T-3, y los adaptó para su uso comercial.
En junio de 1920 se hizo el primer servicio Bayona-Bilbao, con una duración del viaje de apenas hora y media. Al año siguiente la ruta se extendió hasta Santander, con un tiempo total de viaje, incluyendo una parada de una hora en Bilbao, de tres horas. la compañía se disolvió a finales de 1921. Durante toda su actividad, habia transportado un número de pasajeros inferior a la capacidad de un único Airbus 340, en algo menos de 200 vuelos.
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