Britten Norman Defender del Cuerpo Aéreo del Ejército Británico, Irlanda del Norte, 1990.
Con un promedio de 600 salidas a la semana (1) y en un territorio tan pequeño como el de Irlanda del Norte, los aviones y helicópteros del Cuerpo Aéreo del Ejército (con algunos de la RAF y la Marina) eran una presencia omnipresente en el cielo del Ulster durante los largos años de la Operación Banner, nombre oficial del despliegue militar británico en la provincia, que se prolongó durante 37 años (1969-2006).
Cada metro cuadrado del territorio norirlandés fue incesantemente vigilado, fotografiado, grabado en vídeo y analizado, hasta que llegaba el turno de que los helicópteros desembarcaran los soldados sobre el lugar elegido para la patrulla o el ataque. Los Defender servían como plataformas de vigilancia aérea fotográfica y cartográfica (2), que se utilizaba luego para las operaciones con helicópteros.
La versión norirlandesa del tradicional control aéreo colonial británico compartía muchas características con el que se hizo sobre Irak, Malasia, Kenya o la frontera NO de la India, salvo por lo que respecta al bombardeo aéreo de poblaciones. El IRA y los otros grupos armados carecían de aviación. Parece ser que consiguieron algunos misiles portátiles tierra-aire, pero nunca consiguieron derribar ningún aparato.
(1) Tim Ripley & Mike Chappell: Fuerzas de seguridad en Irlanda del Norte (1969-1992) Osprey Military – Ediciones del Prado
(2) MOD: Operation Banner. AN ANALYSIS OF MILITARY OPERATIONS IN NORTHERN IRELAND. A.C. 71842
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Ecosistemas: 1946-2018 La aviación de los países no alineados