Como otros aviones norteamericanos de su época, el Republic F-105 Thunderchief fue diseñado para la guerra nuclear contra la Unión Soviética y terminó regando de bombas aldeas, arrozales y el puente Paul Doumer, en Vietnam.
El diseño inicial era el de un rápido penetrador del espacio aéreo soviético, capaz de llegar a su objetivo volando bajo sobre el terreno y a gran velocidad. Se trabajó un aguzado diseño con un enorme motor único y alas de poca envergadura, capaz de almacenar mucho combustible para darle larga autonomía.
El resultado final fue un avión muy grande y pesado, más que ningún cazabombardero existente con anterioridad, apodado La Triple Amenaza, pues un F-105 podía matar de tres maneras: bombardeando, ametrallando o simplemente cayéndose encima del enemigo.
Tras unos años tranquilos en bases europeas y japonesas, como parte de la enorme flota aérea dedicada a enfrentarse a la Unión Soviética, el Thunderchief fue enviado a Tailandia y otras bases del sudeste de Asia, donde llevó el peso de los bombardeos de Vietnam del Norte durante la primera mitad de la guerra. De los aproximadamente ochocientos ejemplares construidos, casi la mitad fueron bajas en la guerra de Vietnam.