Un Caudron G.3 de la aviación militar venezolana en la década de 1920.
Juan Vicente Gómez tenía 63 años y era dictador de Venezuela desde hacía doce cuando se convirtió en un fanático de la aviación. La culpa la tuvo el piloto italiano Cosme Renella, que también tuvo un gran papel en el surgimiento de la aviación en Ecuador, su país de adopción. Un empresario venezolano lo había contratado en 1920 para que hiciera vuelos de exhibición en su país, y allí fue Renella con un puñado de aviones excedentes de la guerra mundial, entre ellos un Caudron G.3, que es desde entonces considerado como el primer avión de la fuerza aérea venezolana (1).
Renella era oficial veterano de la aviación militar italiana. Llegado a Caracas, comenzó su trabajo, pero el momento cumbre llegó cuando pudo hacer una exhibición aérea ante el mismísimo Gómez, en su hacienda de San Juan de los Morros. Parece ser que el general quedó instantáneamente fascinado por la aviación, y dio orden de crear la aviación militar venezolana, comprar todos los aviones que había traído consigo Renella y encargar otros más a Francia. Gómez murió en 1935. Para entonces Venezuela ya era un país exportador de petróleo y por ende empezaba a contar con divisas para crear una aviación militar de importancia.
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Ecosistemas: 1923-1945 Nacionalismo aéreo