Un Fokker Eindecker de la aviación militar del Imperio otomano, en los tiempos del desembarco aliado en Gallípoli.
El Eindecker (monoplano) era un avión compacto de la categoría de 600 kilos de peso máximo al despegue. Un motor de 100 hp le permitía llegar a los 140 km/h. A pesar de su corta autonomía (240 km) no necesitaba más que una ametralladora colocada en la proa, sicronizada con la hélice para no volarla en pedazos con sus balas, para convertirse en una formidable máquina de guerra. Con el Fokker E el piloto usaba todo el avión para apuntar, a diferencia de los tiros laterales que se intercambiaban los aviones precedentes. Por esta razón era imperativo practicar la acrobacia aérea, para poner a los enemigos a tiro y escapar de sus disparos. Aunque la ventaja tecnológica duró menos de un año para Alemania, dejó un sangriento recuerdo en las aviaciones francesa y británica, que recordaron su auge como el Azote de Fokker (Fokker Scourge).
Ecosistemas: 1914-1921 Primera Guerra Mundial