Frigorífico Reyes fue la única empresa de aviones carniceros que usó bombarderos B-17 reconvertidos ¡y los mantuvo en vuelo hasta 1990!
Frigorífico Reyes fue una de la media docena de empresas de transporte aéreo que se dedicaron en Bolivia al transporte de carne fresca. Hay hasta 1.000 km de distancia entre La Paz, a más de 4.000 metros de altura, y las tierras bajas del Departamento del Beni, donde están las grandes fincas ganaderas, y elevadas cimas de la cordillera de los Andes están en medio. El transporte aéreo era por lo tanto una buena opción, pero salía muy caro. Tras la segunda guerra mundial, parte de los enormes excedentes de aviones militares de transporte llegaron a Bolivia a muy buenos precios, y pudo comenzar en serio el transporte de carne desde las tierras bajas del noreste hasta La Paz y otras ciudades del altiplano. Las reses eran muertas a pie de avión, que aterrizaba en pistas improvisadas en las haciendas ganaderas. Se cargaban los cuartos de las reses en la cabina y se estibaban de la mejor manera posible, formando la extraña y sangrienta imagen de un montón de carne como pasaje aéreo. Luego comenzaba el viaje de vuelta a La Paz, muchas veces difícil por el mal tiempo en la cordillera. Los aviones tenían una instrumentación muy rudimentaria y los pilotos debían echarle mucho valor y mucha habilidad para llegar sanos y salvos a su destino en La Paz. Con el tiempo las buenas carreteras y los camiones frigoríficos, así como la competencia de los Hércules de la fuerza aérea boliviana, terminaron con el negocio aéreo del transporte de carne (1).
(1) AviacionBoliviana.net
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