Después de la economía del ladrillo, la del conocimiento, la real y la financiera, llega la economía bíblica.
1. Y dijo Dios: “Hasta mí ha llegado la pestilencia de la tierra de España. Los hombres viven por encima de sus posibilidades y han olvidado alabarme. La iniquidad reina en esa tierra, y por eso [les] enviaré un castigo”.
2. Los hombres se humillaron ante Su poder y bajaron el sueldo a los servidores públicos, cerraron hospitales y escuelas y despidieron a gran gentío. “Señor”, clamaron a continuación, “expiamos nuestros pecados, arrojamos ceniza sobre nuestra cabeza y de paso nos rasgamos las vestiduras. Pero no hagas, Señor, que la prima de riesgo suba por encima de los 500 puntos.”
3. Más no satisfecho el Señor con los recortes, envió sus emisarios financieros, los ángeles de túnicas negras. Los ángeles hablaron así: “La cólera del Dios Financiero es persistente, y no se aplaca con simples recortes cosméticos. Exige dolorosos sacrificios”.
4. El archiguardián Moodys, que se sienta muy cerca del Omnipotente, le dijo: “Señor, no desates toda tu ira de golpe sobre esta gente, dales un respiro. ¿Qué te parece si no les rebajo la calificación de momento?”. Dios estuvo de acuerdo, y dictaminó: “Crearéis un banco malo, y el él guardaréis los activos tóxicos hasta que Mi sabiduría determine”.
5. Y Dios envió a España a uno de sus arcángeles, Huw Pill de Goldman Sachs. El arcángel blandió la espada de fuego y dijo: “la paciencia del Señor se agota, y los sacrificios no llegan. Lo peor todavía no lo habéis experimentado. El año que viene, y el siguiente, y el siguiente, serán años de calamidad y miseria. Ya sabéis lo que tenéis que hacer.”
6. Y el ministro de Economía creó la Comisión Nacional de Sacrificios Humanos, con rango de secretaría de Estado.
7. Pasaron los años y algunos brotes verdes crecieron en los campos. Las gentes empezaron a salir de las cuevas en que se habían refugiado y algunos, incluso, se compraron un coche.
8. Pero entonces un trueno resonó en todo el confín de la tierra. Los arcángeles blandieron espadas flamígeras y señalaron a los nuevos demonios: el Brexit, los Aranceles y los Alquileres astronómicos. Una bestia con dos cabezas rubias rugió sobre las montañas y lanzó de nuevo la recesión sobre las gentes aterradas.
9. Y dijo Él: «El relajo impera de nuevo, y el sacrificio no es bastante. Os enviaré una nueva crisis financiera que os meterá en cintura. Cuando acabe, alabaréis mi nombre y nunca más reclamaréis pensiones dignas, sueldos decentes y todas esas abominaciones.»
10. El Gobierno creó la Secretaría de Estado de Sumisión Financiera, con rango de Superministerio.
(Continuará)
Imagen: El consejo de ancianos en el santuario del templo de Moloch. Decorado de Camille Du Locle para la ópera Salammbô (Gallica).
