Un Vickers Vincent destacado en Iraq en 1937.
El Vickers Vincent, derivado terrestre del avión torpedero Vildebeest, fue el mejor biplano colonial de que dispuso la RAF en su historia. Podía llevar más carga y a más velocidad que sus colegas Westland Wapiti y Fairey IIIF, y duplicaba prácticamente las prestaciones del DH.4 y Dh.9.Podía merodear sobre los tribeños durante horas gracias a su gran autonomía. La tripulación contaba con tres puestos, reduciendo así la monotonía y la carga de trabajo de las horas de vigilancia aérea de selvas y desiertos. Llegado el caso, el avión podía soltar media tonelada de bombas sobre los nativos hostiles.
Su principal ventaja estaba en una autonomía de unos 2.000 km, suficiente para un «long distance work in the east», como refleja un anuncio de motores Bristol publicado en abril de 1936. Otra publicidad, en este caso de British Aluminium, subrayaba la robustez del aparato, de estructura completamente metálica. (Los dos anuncios fueron publicado en Flight)