El 6 de diciembre de 1995, Xavantes de la Fuerza Aérea Paraguaya procedentes de Punta del Este atacaron a la fuerza aérea del narcotráfico. Bombardearon algunas de sus pistas de aviación camufladas en la región del Alto Paraná. Esta era una misión típica de la fuerza aérea paraguaya en la década de 1990, dentro de su participación en la guerra contra las drogas dirigida desde Washington. La fuerza aérea del narcotráfico también suministra regularmente sus aviones a la FAP, cuando estos son requisados en el curso de alguna operación. Otra fuente de aviones para la FAP son las donaciones, singularmente de Taiwan y Brasil. Los Xavantes fueron jubilados en 2004, de manera que el única avión de guerra que le queda a la FAP es un puñado de Tucanos.