Un R.B.V.Z-Sikorsky Il’ya Muromets del Servicio Aéreo Imperial Ruso
Los disparos de Gavrilo Princip impidieron que el Il’ya Muromets se convirtiera en el primer avión de pasajeros del mundo. Acababa de realizar un exitoso vuelo San Petersburgo – Kiev (unos 1.400 km) en solo 14 horas, con una sola escala y una velocidad media de unos 100 km/h cuando, el 29 de julio de 1914, Rusia declaró la movilización general y el prometedor avión de línea se convirtió en un bombardero.
Habían pasado menos de tres años desde el primer bombardeo aéreo de la historia, realizado con aviones ligeros y pequeñas bombas de mano en Libia. El Il’ya Muromets fue el primer bombardero pesado del mundo, anticipo de horrores futuros: podía llevar casi una tonelada de bombas a largas distancias, y podía defenderse sorprendentemente bien de los ataques de los cazas enemigos. Durante la guerra se fabricaron más de setenta aparatos de este tipo, que volaron principalmente sobre las líneas alemanas.
Ecosistemas: 1914-1921 Primera Guerra Mundial